15 de julio de 2017

Botellas sensoriales... ¡y vacaciones!


¡Último post antes de las vacaciones de verano! Últimamente no he podido actualizar el blog tanto como me hubiera gustado pero es que no doy para más. Tengo muchas ideas y muchas ganas de hacer labores pero me falta tiempo desde que soy mamá. Así que voy a dejar el blog en pausa hasta después del verano que espero volver con más costura, bordado, ganchillo y lo que surja. 

Antes de coger las vacaciones os dejo con la última manualidad que he estado haciendo para mi peque (¡cómo no!). La verdad es que es genial hacerle juguetes y él los disfruta mucho y yo aún más viendo como algo que he hecho yo le sirve para jugar y le gusta mucho más que cualquier juguete comprado y más estructurado.

Esta vez le he hecho un conjunto de diferentes botellas sensoriales. Las botellas sensoriales son simples botellas de plástico con objetos dentro para que el niño las pueda observar, agitar, mover, hacer rodar, etc. Es una forma genial de reciclar botellas de plástico (nunca de cristal) y objetos que tengas por casa: pasta, hilos, botones, piedras, lentejuelas... Si el niño es más mayor, las puede hacer él mismo y meter dentro cosas que le gusten. 

Yo he hecho tres botellas de las pequeñas de refresco y cuatro mini botellitas de esas que sirven para meter el jabón cuando te vas de viaje. Os las enseño en detalle para que veáis que fácilmente se pueden hacer:


Botella sonora
Esta botella la he hecho especialmente para la estimulación sonora (aunque también es visual). Lleva pasta de diferentes tamaños, pompones y lentejuelas variadas. Es genial para agitarla y que suene como una maraca mientras se mueven las lentejuelas y los pompones.



Botella con cuerdas e hilos:
Esta botella tiene agua y dentro elementos que flotan y elementos que se mantienen en el fondo. Lleva diferentes hilos y cuerdas, cinta de regalos, flores de fieltro, botones, pompones, bolitas de metal y cuentas de madera.

Botella playa:
Esta botella es una de mis preferidas porque recrea el ambiente y los colores de la playa. Lleva agua, unas gotas de tinta azul, hilos verdes que simulan ser algas, un trozo de plástico transparente atado y cortado en forma de medusa (es una pena pero no se aprecia bien en las fotos), conchas de mar, caracolas y algunas lentejuelas azules.


Las botellitas pequeñas son perfectas para que los más pequeños las puedan coger con sus manitas y las puedan manipular. Yo he hecho cuatro diferentes: una colorida de agua llena de cuentas y con unas gotas de tinta roja para poner el agua rosa, otra sonora con arroz y pompones, una tercera llena de purpurina y botones y una última solo con objetos blancos y negros. ¡Las posibilidades son infinitas!

Espero que la idea os haya gustado y que os animéis a hacer botellas sensoriales para vuestros pequeños. Hay múltiples opciones, se pueden hacer luminosas, con aceite de bebé dentro para crear efectos, con bolas de gel... ¡lo que se os ocurra!

Importante: para que no haya peligro de que las botellas se abran mientras el bebé las manipula y haya riesgo por los objetos pequeñitos que contienen, lo que yo hago es sellar los tapones con silicona caliente una vez que las tengo acabadas, así te aseguras de que no se van a abrir.



Muchas gracias a todos los que os pasáis por mi blog y en especial a las personas que me suelen dejar algún comentario. Nunca os lo agradezco pero me hace mucha ilusión que me leáis y que sigáis por aquí. Que paséis un muy feliz verano, ¡nos vemos a la vuelta!