12 de junio de 2016

Washi Tape... manía!!!



Mi colección de Washi Tapes

Esta semana he dejado un poco de lado las lanas, las telas y las agujas para sacarle partido a los Washi Tape que tengo en casa. A mí me encanta el Washi Tape, me parece muy práctico para decorar objetos y paredes. Por ejemplo, para colgar láminas en la pared son ideales porque pegan genial y si los quieres quitar no se llevan la pintura de la pared. Además, se adhieren a casi cualquier superficie: papel, cartón, madera, plástico, cerámica, cemento...



Aprovechando que tengo en casa el libro "Washi Tape Manía" de Chris Bravo (autora también del blog "Little Hannah") me he puesto a leerlo y a hacer algunos de los proyectos que contiene. Es un libro que tiene más de 25 proyectos para hacer con Washi Tape divididos en dos categorías:
  • Washi Tape para principiantes. Son 10 proyectos sencillísimos de iniciación como toppers, velas, mini-guirnaldas, marcapáginas, etc. 
  • Proyectos paso a paso. Aquí estarían los 25 proyectos principales del libro. Son un poco más complejos pero aptos para todo el mundo: tarjetas, molinillos, lazos, cajitas, pegatinas, colgantes...
La verdad es que en menos de media hora he decorado lápices, palillos, velas y un bote de crema vacío que he convertido en un jarrón improvisado. Si aún no tenéis Washi Tape en casa os recomiendo que lo probéis porque una vez que lo empecéis a usar va a ser un producto imprescindible en vuestra casa para decorar y embellecer cualquier cosa que se os ocurra. Mirad lo que me cundió solo media hora de trabajo:


Personalmente, me gusta muchísimo el Washi Tape para personalizar jarrones de cristal o de cerámica preferiblemente blancos para poder añadir textura y color. Son ideales para reciclar botes de yogurt de cristal, botes de crema corporal, botellas de vino... y reconvertirlos en elegantes jarrones 100% reciclados. Yo, de momento, tengo dos jarrones reciclados de una botella de batido y de un bote de crema:


La única pega que le encuentro al Washi Tape es que es muy adictivo. Yo empecé solo con un par de ellos para pegar láminas en la pared y poca cosa más. Poco a poco fui viendo sus posibilidades y se me hizo necesario comprar más para tener más variedad de color, de estampados y de grosor para poder ir combinándolos entre ellos. Sin darme cuenta he ido recopilando más de una veintena de Washis. Aquí podéis ver mi colección en forma de flor:


En fin, que yo ya he caído en las redes del Washi Tape. Para mí es un básico de mi material para manualidades por su versatilidad y su facilidad a la hora de pegar y despegar... He decorado cargadores, cajas, maceteros, espejos... ¡e incluso muebles! Ahora solo me falta encontrar alguna buena idea para almacenarlos porque a este paso la cesta de trapillo donde los guardo se queda pequeña. ¿Alguna sugerencia? ¿Vosotras también los utilizáis?


5 de junio de 2016

Alpaca de lana afieltrada


La alpaca es un animal adorable, tan suave, alegre, tierno, inteligente... A mí me parece precioso con ese pelaje tan bonito y apreciado que puede llegar a tener tantos colores: marrón, gris, blanco, negro...
La verdad es que nunca he visto a ninguna con el pelo en tonalidades rosas y fucsias pero hoy os puedo enseñar a una alpaca de pelaje rosa que es única en su especie: mi alpaca afieltrada.


Esta pequeña alpaca rosa tiene características similares a sus parientes, las alpacas comunes: habita en la montaña, es una especie social y domesticada, es herbívora y con carácter. Pero también tiene rasgos distintivos que la hacen especial como su pelaje rosa, un lazo naranja que decora su cabeza, su collar de corazón y su pequeño tamaño. 


¿Verdad que es bonita? Pues la he hecho siguiendo un vídeo-tutorial genial de Flying Mío que podéis ver si hacéis clic AQUÍ. Está en inglés pero las imágenes se explican por sí mismas. A decir verdad en el vídeo tutorial parece mucho más fácil conseguir dar forma a cada parte de la alpaca pero la realidad es que se necesita tiempo y paciencia. 
La alpaca del tutorial es una versión en fieltro inspirada en unas famosas alpacas de peluche japonesas llamadas Alpacasso que son toda una sensación en Japón.


La verdad es que disfruto mucho con el afieltrado, es relajante ir dando forma a las piezas, unirlas pinchando con la aguja, añadirle los detalles y disfrutar de lo que has creado con tus propias manos. Si aún no lo habéis probado os lo recomiendo muchísimo. 

¡Disfrutad del domingo! :)